Municipio del Distrito Metropolitano de Quito
Diagnóstico Estratégico - Eje Territorial
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G
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Gobernanza
Quito comparte con otras muchas ciudades del contexto latinoamericano un problema de
desfase entre las dinámicas de gestión territorial y las políticas del planeamiento, por una
parte, y la implementación no regulada de iniciativas y acciones sobre el territorio, por otra.
Como resultado de este desfase temporal, existe a menudo una discrepancia espacial
importante entre lo que normalmente se espera conseguir a través de las políticas de
desarrollo y ordenamiento territorial, y los procesos urbanos que “de facto” se despliegan
por el territorio.
En este sentido, una de las cuestiones principales que se derivan de este desfase es que la
velocidad de crecimiento de los asentamientos informales supera la capacidad de gestión
de los instrumentos de planificación. Por tanto, la estructura territorial se arma al paso que
marcan los procesos espontáneos de ocupación del territorio, y, como resultado, una buena
parte del suelo del DMQ está cubierta por morfologías urbanas y rurales que no son
producto de una regulación coherente del territorio.
El triunfo de la “informalidad” tiene parte de su explicación en los ritmos generalmente lentos
de las administraciones públicas, que requieren de largos procesos de aprobación previos a
la ejecución de una determinada política. El ciudadano tiene a menudo la impresión de que
la política no será capaz de dar respuesta a los problemas que le acucian, y decide pasar a
la acción directa. Si bien el resultado de estas acciones independientes, ya sean
individuales o colectivas, constituye a menudo una solución inmediata a un problema
urgente, es necesario que desde los órganos de gobierno se haga un ejercicio de
entendimiento y concienciación de que el territorio requiere de políticas y acciones
integrales, coordinadas y de largo alcance, que impliquen a todos los agentes y sistemas
que intervienen en la configuración y funcionamiento del paisaje urbano y el paisaje no
urbano.
Este argumento no aplica sólo a la “informalidad” responsable del desarrollo de los llamados
“asentamientos no regulados” del DMQ, sino también de muchos de los problemas de
carácter paisajístico, ambiental y estético que se dan en el distrito. El alto grado de
contaminación visual existente las áreas urbanas y en las áreas rurales de Quito,
caracterizada por la presencia indiscriminada de anuncios publicitarios, muros y barreras de
protección, cables y tendidos eléctricos, entre otros aspectos, es responsabilidad de una
regulación mal planteada por parte de los organismos de gobierno.